Basta que se esté emocionado con hacer algo para que se estropee, basta con estar esperando algo con mucha emoción para que se retrase, basta que estemos esperando algo para que se retrase, eso es la pura ley de Murphy. A nadie le importa que se le caiga la tostada con mantequilla y mermelada del desayuno y que al suelo llegue el lado de la mermelada, lo que sí que nos importa es que cuando una cosa es importante siempre haya algún improvisto que lo estropee.

En esta época en la que todos estamos ya desesperados por salir de vacaciones, seguro que es inevitable que pasen lo siguiente. O bien que en la estación del tren haya un millón de personas, o en el aeropuerto una huelga de controladores o pilotos, los hoteles sin habitaciones o que el coche se estropee. Es más común de lo que podemos imaginar por eso y para consuelo de todos en el siguiente enlace encontrarás la solución.

La verdad es que es una mala jugada, ya que justo cuando estamos listos para hacer algo, siempre ocurra algún contratiempo  que estropee los planes que tenemos y ya conlleva a retrasos a anulaciones o a saber que nos pueda pasar. Y es que una cosa nos tiene que quedar clara, las cosa siempre pueden ir a peor, esto no quiere decir que nos tenemos que conformar con todo lo que nos pasa ni siquiera que debemos tomar las cosas como vengan, quiere decir que debemos esforzarnos más en hacer las cosas bien para que cuando llegue el momento lo tengamos todo medianamente organizado y bajo control. Revisar el coche unos meses antes de las vacaciones puede evitarnos el mal trago de tenerlo estropeado cuando llegue el momento de salir de viaje, comprar los billetes y reservar el hotel con la suficiente antelación también suele ser una buena opción para después no tener problemas.
Y es que estoy seguro de que si nos organizamos de una manera mas eficiente podríamos evitar la tan temida ley y así poder disfrutar de las cosas tal y como nos lleguen, si podemos hacer que el futuro no sea tan incierto, aprovechemos esa ventaja con la que contamos y seamos previsores para evitarnos futuros dolores de cabeza, sobre todo antes de las vacaciones que parece que los problemas molestan mas y por desgracia, nunca vienen solos.